Inspirada en el uso efectivo de drone boats por parte de Ucrania para debilitar la flota rusa en el Mar Negro, la Marina de Estados Unidos está redoblando sus esfuerzos para prepararse contra ataques de drones navales. Bajo el mando de la Task Force 66, ya se están llevando a cabo ejercicios como el “Baltic Operations 2025”, donde se simulan ofensivas con botes drónicos —con activos como el USS Mount Whitney y USS Paul Ignatius— con el objetivo de fortalecer la respuesta de la tripulación ante amenazas asimétricas.
Estas maniobras, aunque por ahora sin fuego real, están centradas en mejorar la conciencia situacional y la coordinación con sistemas autónomos, ya que no existe una táctica única para contrarrestar estos ataques. El entrenamiento anticipatorio se extiende al Indo‑Pacífico, donde se prevé que la rápida evolución tecnológica de los drones juegue un papel crucial en futuros conflictos